Más de 1.000 personas se beneficiaron de los programas que realizó la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso junto a la Corporación La Matriz durante el 2024, con el propósito de contribuir al desarrollo de la comunidad del Barrio Puerto.
Estudiantes, académicos y funcionarios son quienes han desplegado en el territorio programas en tres líneas de trabajo principales, niñez, migración y cuidado de personas mayores; logrando fortalecer los aprendizajes vivenciales de los estudiantes.
El programa de La Matriz busca fortalecer procesos de sostenibilidad en el modelo educativo. Por esto, durante el periodo, se realizaron 27 proyectos, donde participaron 200 estudiantes, 42 docentes y 16 unidades académicas.
Dentro de los avances más importantes que se llevaron a cabo durante el 2024 podemos destacar que se realizaron iniciativas con enfoque STEAM, interdisciplinariedad entre distintas carreras y la profundización en materia de niñez y educación, complejizando el impacto del trabajo de las y los docentes.
Karina Toledo, directora de Vinculación Social y Sostenibilidad afirmó “el trabajo que realizamos en alianza con la Corporación La Matriz ha permitido consolidar programas que generan un alto impacto social en la comunidad y en la formación de las y los estudiantes. En 2024 varios programas se robustecieron, gracias a la integración de nuevas disciplinas, producto del trabajo articulado entre varias unidades académicas”.
Por su parte, Romina Cabrera, directora de La Corporación La Matriz, señaló “el trabajo en Barrio Puerto es un espacio donde se genera una tremenda bidireccionalidad con la Universidad. Aquí se ha construido un campo de aprendizaje, tanto de prácticas, tesis de pre y postgrado, cátedras y proyectos, donde se busca que las y los estudiantes puedan aprender a través de una ayuda o servicio hacia la comunidad”.
“Como Corporación buscamos aportar en los conocimientos y aprendizajes de los y las estudiantes, es por esto que cada intervención social busca generar una vinculación entre la teoría presente en las aulas y la realidad de la comunidad, generando así un constante aprendizaje en terreno de las problemáticas sociales que se presentan en nuestra región”, añadió Cabrera.
Otra manifestación concreta de compromiso de la PUCV con los habitantes del Barrio Puerto, es el voluntariado que realiza en el Comedor 421 de La Matriz, donde la
universidad todos los viernes del mes se hace cargo del servicio de alimentación de personas en situación de calle y bajo la línea de la pobreza. En 2024, gracias a este voluntariado institucional se sirvieron 4.600 raciones de comida.
El sello social de la PUCV
Desde su fundación, la PUCV ha estado estrechamente ligada al desarrollo de la región y el país y ha fortalecido un modelo de trabajo que busca mejorar la calidad de vida de las personas. Así es como este tipo de iniciativas en el territorio se ajusta a nuestro Plan de Desarrollo Estratégico Institucional (PDEI), el cual afirma que nuestra Casa de Estudio es nacida del seno de la Iglesia Católica, con el deseo de servir a los más necesitados a través de la formación de personas.
Sumado a la anterior, este trabajo se enmarca dentro de los lineamientos de docencia vinculada del PDEI, que promueve la integración de actividades de vinculación con el medio en la formación de los estudiantes, asegurando espacios curriculares para su implementación.
Francisca Celis, estudiante Trabajo Social, señaló “ha sido muy enriquecedor para mi formación profesional trabajar en el proyecto de la Peque radio, ya que he aprendido a relacionarme con los niños y niñas y a entender cómo trabajar junto a ellos”.
Por su parte, Francisca Guzmán, estudiante de Ingeniería Informática, valoró la oportunidad de participar la iniciativa del taller de robótica “trabajar con escolares es una excelente experiencia, ya que es una actividad que no se da día a día en nuestra carrera y nos permite enfocarnos en cómo piensan los niños y cómo nos puede servir sus observaciones para implementarlas en soluciones a futuro”.
Finalmente, Valentina Orozco, estudiante de Kinesiología comentó “participar en el proyecto Futvalores ha sido una experiencia clave para mi desarrollo profesional. Dentro de la carrera faltaban instancias de prácticas en kinesiología deportiva, y este me permitió adquirir ese conocimiento. La ayuda que brinda el proyecto en este ambiente deportivo es esencial para las infancias que forman parte de él”.
La colaboración constante de ambas instituciones en este tipo de proyectos deja en evidencia que el foco principal es la transformación social de Valparaíso desde la interdisciplinariedad es algo fundamental para dar respuesta a las necesidades y desafíos de las personas en la región de la mejor manera.
Por Laura Gajardo
Dirección de Vinculación Social y Sostenibilidad